Nomás por curiosidad, ¿Qué es para ti ser varón?

Hace unas semanas tuve unos diálogos muy interesantes con amigos y amigas, acerca de la masculinidad, matrimonio, hacer hogar... Especialmente las inquietudes del buen amigo Vlad, un artista que merece todos mis respetos, expresó su curiosidad sobre ciertas reflexiones mías acerca de ser varón.

Me resulta muy interesante expresar lo que significan las realidades para cada uno. Es un campo de batalla minado, pues lo dicho provoca discusiones y debates o desacuerdos; también hay que reconocer que tiene potencial de una bomba explosiva.

Así que, sin afán de ofender a nadie, encuentro con mucha frecuencia que pensar ser varón "es algo biológico" y ya. Los niños tienen pene. Listo. Tema concluido.

Ser varón, para mi, es una construcción a partir de la cual trabajo mi propia realización. 

Hay 3 énfasis que quiero expresar con esta afirmación:

1 — La realidad que pensamos es una construcción social. 

Dicho de otro modo, nacer con pene va ligado a una función dentro de las sociedades donde los hombres nacimos. Por ejemplo, podemos distinguir en las sociedades diferentes historias que acompañan tener pene: desde la antigüedad las opciones eran ser agricultor, guerrero, cazador, sacerdote, gobernador... Mientras que nacer mujer... Es otra la historia. Jeanette, o Juana de Arco, retrata perfecto esta realidad: ¿una mujer puede ser caballero? ¿Un caballero puede someterse a la autoridad de una mujer caballero?...

Otro ejemplo, que me encanta: «El movimiento agrícola se basa en la fundación de una familia formada por un hombre y una mujer y los niños», dice Mel Sylvestr. Es decir, en la idea que generalmente construimos de un hombre del campo, se trata de un varón heterosexual. Luego entonces, en el ámbito rural, no hemos incluido la diversidad de identidades. 

Por eso me gusta el enfoque constructivista: La ideas que utilizamos para decir varón cambian en cada uno. No es lo mismo ser varón entre campesinos de las montañas de Veracruz —donde participo en proyectos de seguridad alimentaria con comunidades en alta marginación—, muy diferente a las posibilidades de relación y construcción de masculinidad en la zona de corporativos de Santa Fe, en la Ciudad de México. 

Cada contexto puede verse como un mundo y cosmovisiones totalmente distintos. Cambia de comunidad a comunidad. 

2 — Con esas estructuras mentales, hacemos construcciones en nuestras relaciones. 

Cuando era niño, mi padre me enseñaba "una casa sin paredes y sin techos": se trataba de una estructura de vigas de hierro, castillos y polines nada más (los que somos mayores de 50 años jugamos o sabíamos del mecano, un fabuloso juego que permitía construir precisamente estructuras). Cada quien, de alguna manera, hace su propia construcción con las herramientas que tiene a la mano. Así, en realidad son muchas las posibilidades al intentar decir ser varón. No cabe duda que por eso se discute tanto, y también se puede aprender mucho. 

Así, igualito, varón es un concepto que integra diferentes elementos según distintas épocas y lugares, grupos familiares y de amigos desde donde se mira. Hay grupos de hombres donde reflexionar sobre estos temas pone la amistad en juego. Y aún no me parece que sea el momento de hablar de machismo. Todavía no es hora de ponerle Jorge al niño.

Unos pueden priorizar no ser promiscuos o permitir que las mujeres no estén al 100% en casa, otros estarán en el esfuerzo de tolerar discursos feministas o abrirse a la discusión... Hay muchas prioridades o formas de ser varón. Para otros tantos, el sólo plantear una posibilidad diferente de ser ya es una revolución...

Otros tantos varones tal vez decidan generar condiciones de igualdad, abonar en abrir espacios para equidad, corresponsabilidad, replantear el papel de los hombres en las formas de hacer hogar, pareja, paternidad, ciudadanía, en fin, transformar relaciones, que pueden configurar nuevas posibilidades de convivencia, de construcción de instituciones... Este es el germen, me parece, que desde lo cotidiano lo transforma todo. 

3 — Yo pienso que en el camino para ser  auténticos, necesitamos clarificar nuestro intento por realizar ideas y convicciones que nos apropiamos.

Se necesita valentía para romper con ideas y creencias que ya tenemos, así como con estructuras o modos de comportarnos y relacionarnos. Vlad propone hablar de sentirse varón. "Me late" su propuesta. Especialmente porque muchos hombres no hablamos de nuestros sentimientos.

Es importante hacer el esfuerzo por entender que desde las construcciones que hicimos en nuestras cabezas (y que nos hicieron pensar así), tenemos un modo de entender la realidad. Cuando esto no se razona, surge la represión, la intolerancia, la falta de diálogo, las discusiones estúpidas... Los zombies también hablan.

Esta complejidad puede parecernos a los hombres improductiva, aburrida, caótica y angustiante. A no pocos hace desistir. No me cabe duda que en muchas reuniones de hombres, preferimos llenar de cervezas, albures y deportes las horas, en vez de compartir la cuestión. Marx le llamaba alienación... 

Si se logra avanzar e identificar la construcción que cada uno tiene respecto de lo que es ser varón, se podría analizar, criticar y desarticular esa visión. Y si esa batalla se gana, uno mismo podría decidir cómo quiere vivir determinadas prioridades de las consecuencias de tener pene, según su contexto. Es decir, construye un modo de ser varón.

Yo prefiero hablar de modos de concebir y/o realizar la masculinidad en cada uno: la realización personal de cada varón. Está ligado a una arquetípica batalla cotidiana. La característica común es que tendría que ser la manera consciente e intencional, adrede y en serio, en cada uno, de vivir y relacionarse con el mundo teniendo pene.

P.D.
En próximas fechas abriré un grupo de hombres en torno al fuego: Un grupo de reflexión para varones que nos aventuramos a realizar conversaciones en medio de la oscuridad. Si les interesa, manden solicitud a sirmiguel10@gmail.com.

Comentarios

  1. Agudos pensamientos, no en todos coincido, hoy se le busca mucho a poco, se decreta y en ánimos de no ofender se agrede. Para mí lo que es es. Que lo determina?
    Pienso que en gran medida la humildad
    Un abrazo y felicidades

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  2. Yo quisiera ser una oyente de ese círculo en torno al fuego.... Mucho que aprender.

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