Desde mi faro puedo ver... I

¡Un video nos amenaza?
José Miguel Herrera Romero


Mis amig@s me han cuestionado —lo cual siempre se agradece, pues implica que ponen atención a lo que digo, cómo lo digo y acerca de lo que pienso— respecto de un tono de intolerancia de mi parte, racismo, clasismo y hasta afanes aristocratizantes, clasemedieros, heteronormativos incluso.

Lo reconozco, soy un... conspicuo vocero de pensamientos propios. Alguna ironía teológica me señalará como un pecador estándar. Analizándolo mejor, también soy reproductor de micro machismos y portador de machismos invisibles y, posicionado, claro, desde muuuuuchos privilegios. Ah, y con grandes afanes controladores y, seguramente, olvido por ahora otras cualidades. Nada intencional. El buen Duende, otro amigo sabio, solamente agregará: "así eres, un tipo normal". 

Con estas aclaraciones, o mejor dicho, desde estas coordenadas me intentaré explicitar (es decir, a mí mismo) mi parecer acerca de... Ciertos 
tipos que no aportan nada al nuevo contexto o nueva normalidad que NOS toca vivir. 

Un título menos ortodoxo sería:  El virus de los zombies: la imbecilidad cognoscitiva.
sólo hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana, 
y  no estoy tan seguro de la primera
Albert Einstein

En estos días circula un video... "extraño" por decir lo menos, acerca de mensajes que se difundirán en la Ciudad de México para propiciar que más personas se queden en casa. Para algunos, se trata de mensajes amenazantes, fake news...

Estos contenidos parecen coincidir, por cierto, con planteamientos y protestas míos y que se infieren de publicaciones en redes sociales, donde hablo de imbecilidad cognitiva y califico de zombies especialmente aquellas conductas que no respetan o no suman al confinamiento o a contener este virus que ya trastocó la vida cotidiana, incluido aquello que identificábamos como nuestra civilización

Estas expresiones corresponden con un descubrimiento que tuve hace mucho de Edgar Morin acerca de la educación:
El conocimiento debe, por cierto, utilizar la abstracción, 
pero tiene también que procurar construirse en relación con el contexto y, 
por consiguiente movilizar todo lo que el individuo sabe del mundo... 
por difícil que resulte, hay que intentar conocer los problemas clave del mundo 
so pena de imbecilidad cognoscitiva. 
La era planetaria exige situar todo en ese contexto planetario. 

Es decir, si el conocimiento no está contextualizado, pues con la pena, aplica el "so pena": hay imbecilidad cognoscitiva.

Así visto, parecería que todos hemos tenido, tenemos y/o tendremos momento(s) de esta imbecilidad, cuando la realidad o el contexto se nos va de entre las manos.

Pero cuando la imbecilidad, en vez de ser un momento es una forma de vida, aplica entonces vivir como zombies. No es insulto, es definición:

Zombies son esos entes antropo-morfos, es decir, aquellos que parecen humanos, que visten, hablan y caminan entre nosotros, toman alcohol,  les gusta el mariachi, algunos saben leer libros..., pero no tienen entendederas, decía mi abuelo, no razonan... tip@s des-cerebrados (con encefalograma plano o con actividad cerebral mononeuronal, pues), son portadores de incapacidad crónica (degenerativa y mortal) para entender lo que sucede en torno al confinamiento que necesitamos o para contener la dispersión del virus...  Necios empedernidos que no paran de salir a la calle, que asignan valor 0 a la situación y, en el peor de los casos, dicen que todo es un "compló", inventado, esta vez, por "el mismísimo..." capitalismo o algún otro ente abstracto e inubicable. Y claro, son aquell@s que hacen nadar en aceite los huevos estrellados (este es un chiste acerca de un video antihigiénico e insalubre, según mi parecer claro).

No se trata de los que salen por necesidad, sino de una inmensa mayoría que deambula por las calles de ciudades y carreteras de pueblos y en campos, hambrientos depredadores sociales, maltratadores anti-domésticos e incapaces de reaccionar racionalmente; impolutos, decía Alfonso Maya Nava, incapaces de tomar decisión alguna sobre sus vidas y de respetar las ajenas, de contenerse y confrontarse para mejorar el trato y transformar la convivencia.

Un imbécil o un zombie no pueden entender los nuevos desafíos de ser humano hoy, ya, ahora mismo: nos urge hacer posible la generación de nuevas posibilidades de vida social; inventar  nuevas instituciones, ad hoc al siglo XXI; convertirnos en artesanos en capilla de nuevas civilizaciones, como los admirados paixos, que movieron en sus espaldas piedra por piedra los pilares de la mítica Catedral del Mar. Estos artesanos, por cierto, llegaron a vivir en las capillas, que en un principio eran talleres. Toda la catedral, en su momento, fue vivienda y el centro de la vida de la comunidad... Sueño igual con un nuevo mundo en el que nos somos cada vez más necesarios para prevenir y generar construcciones creativas frente a esta pandemia. 

Frente al mundo nuevo que nos llama ya, que nos pide con ansias el arribo a los nuevos "peteutres", (el "puede ser", parafraseando las geniales tiras cómicas de Clemente y Bartolo), el zombie, la estupidez y la imbecilidad cognoscitiva reman en contra. Las consecuencias de ello me parecen aterradoras. 

Siglo reflexionando al respecto. El por ahora me encontré un video que hace la antítesis: se trata de soberbia... 




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