Filípica acerca del maltrato conyugal

José Miguel Herrera Romero

Una filípica es un encendido discurso, condenatorio
o diatriba  entregada a condenar un acto político…

Lo siento, no me puedo callar.

Como persona, varón en reconstrucción de mi propia masculinidad y como profesional de Trabajo Social con más de 27 años de experiencia profesional, en que he visto horrores en familias que se desdibujan y se dedican a construir formas de convivencia (entiéndase estructuras de relación) que hacen  daño, se maltratan o violentan, incluso hasta el abuso sexual y se matan, tengo algunas preocupaciones en torno al caso que me platicaste.

Ya que se trata de la inofensiva prima del hermano de un amiga, “permítome” gravitar en la incómoda y frágil línea de lo políticamente incorrecto al decirte mi pensar.

Muchas de mis inquietudes bien pueden interpretarse como exageraciones que -como me han sugerido generosas presencias femeninas en vida- son consecuencia de un trabajo personal desde el cual ahora me permito ver cosas con otra óptica. Así que si te incomodan, te propongo las valores como finezas o exquisiteces de mi persona, en vez de una agresión. No pretendo ofender ni agredir.

El hecho de que el mentado fulano en cuestión se moleste porque “su pareja”, la prima del hermano de un amiga hace o recibe llamadas por celular a quien tú quieras o contesta mensajes, implica que, si no se dialoga al respecto (la etimología de dialecto es dialecté, que deviene también dialéctica: una tesis se confronta con una antitesis, de la que surge una síntesis, sin un ganador), él, como varón, no le permite eso a la mujer. Dicho dentro modo, él "no le da"
libertad para ello. Tal vez valdría la pena que pondere si eso es cierto y, en caso afirmativo, si hay otras semejantes manifestaciones de molestias-prohibiciones que ella acepta.

En ese mismo sentido, si tiene que reportar a quién le habla,  implica que no tiene intimidad.

Por otro lado, si además ella se está convirtiendo en la responsable de la economía, además de el cuidado de la casa, los trastes, la limpieza, despierta a todos… y “el apoyo” que recibe de los demás habitantes de la casa no le hace sentir a gusto, encaja perfecto con el maltrato que sufren muchas mujeres, llamado carga mental, un estrés por estar ella  sola al pendiente de todo y de tod@s, que explicaría por qué “queda molida” al caer la noche.

De ser ese el caso, me parece que se trata un patrón de conducta en la relación de pareja, en donde uno no tiene derechos, pero si muchas responsabilidades. Como los esclavos, en la antigüedad, no tenían derechos. Sólo cargas de trabajo.

Por si fuera poco, como madre de familia, al consentir ella en esas condiciones -queriéndolo o no-, de no hacer llamadas, de lidiar sola con esa carga mental, implica que, como much@s, educamos a nuestros hijos en una complicidad para callar o tolerar semejante barbaridad.

Sólo te propongo que medites un poco sobre todo esto que estás narrando, para que valores lo que sucede, como un “kit” o un paquete de formas de relación dentro de esa familia, en vez de mirar sólo acciones aisladas. En las relaciones, todo está interconectado, como una red.

Me parece que ella, la la prima del hermano de un amiga, se está poniendo a modo para sufrir vejaciones que la desgastan. Ninguna persona merece eso. Se llama violencia estructural. en este caso, de pareja: la estructura que construyó esa pareja está armada en función de los privilegios del varón.

Estamos hablando de machismo, en el contexto siempre, de un patriarcado agonizante. No es al 100%, será sin querer queriendo -decía ingenuamente el chavo del ocho,- pero corresponde con un patrón de abuso de los privilegios el varón sobre la mujer.
 
El machismo no nos permite amar a las personas, sino sólo verlas en función de sus roles, siempre desde la óptica de satisfacciones personales. Un asqueroso ego que maltrata, violenta, pisotea la dignidad de las personas y que, además, significa riesgos para la salud, la integridad física, emocional, psicológica -y no lo eches en saco roto- pone en riesgo la vida: deberías tener en consideración el estrés con más de un año de encierro. No sabemos cómo va a reaccionar “el animal” en que puede convertirse un ególatra desesperado, molesto e indignado en el contexto actual.

Te sugiero que ella hable con profesionales e instituciones que le ayuden a identificar y atender sus necesidades como persona, como mujer, como esposa y madre.

Te deseo lo mejor. Por favor, por tu parte, cuídate. Cuida el valor de tu persona, para que tus relaciones sean de altura, belleza, dignidad. Todos merecemos un trato humano y humanizante.

Comentarios

  1. Y mira que esta es una historia que se escucha muuuy frecuentemente eh? Ojalá que llegue a buen fin. ¡¡Saludos, querido Miguel!!

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