Ser cristiano

 José Miguel Herrera Romero

Queridas hijas:

Justo en la víspera de mi cumple 51, les escribo precisamente para celebrar con ustedes un gran descubrimiento de lo que implica crecer y ser uno mismo. Me ha sido concedida una experiencia que no me resisto a compartirles. 

Ya quedó, según mi parecer, la primera etapa en el acomodo de la biblioteca del agüelo. Si. Es una biblioteca. Puf. Deben ser al menos 5 mil ejemplares, entre folletos, libros, enciclopedias, libritos, librotes, etc. Es parte de los preparativos de la reunión que la agüela organiza con sus amigas para celebrar su próximo cumple. Les platico.

Al agüelo no le sube el agua a la azotea. Es decir, se le va la onda. Eso significa que de pronto se distrae con cualquier cosa, y con eso de que vienen a vivir a su cabecita los hermanos Halz y Eimer, pues de pronto se le olvida qué medicina debe tomar o a qué se acerca a la puerta con la llave...

Sin embargo, junto con esos despistes pude re-conocer una parte descuidada por mí. Ha sido una absoluta novedad y fascinación trabajar con él en la organización del legado que atizbo entre sus libros. El legado de un creyente muy particular, según yo.

Para mí, una biblioteca personal es la representación el interior de la mente de una persona. Allí encontraremos sus recuerdos, ideas y reflexiones que le resultan importantes. o indispensables para vivir. Por eso están allí. Al menos, claro, en donde las personas sí leen libros. De manera que, al revisar tooodo el acervo, me di cuenta del genio intelectual de su agüelo.

¡Andreaaaaa! Tienes que venir! me encontré un libro de arquitectura de las moléculas; hay de bioquímica avanzada, y de enlaces para el procesamiento de no se qué moléculas de cierta cebada en no recuerdo dónde. Seeee. Hay libros rarísimos de ciencia. Seguro encontrarás cosas sorprendentes, si consideras que, desde los años 50, estudió apasionadamente y nunca dejó de hacerlo: habrá una sección -que aún no termino de preparar- sobre temas científicos, desde los difíciles -obvio para mí, que estudié humanidades- hasta los realmente incomprensibles. Verlo repasar sus amados textos no tiene precio.

También encontré libros como la conquista del fondo del mar, asalto a las produndidades, el mar profundo, Dios es la mar de raro, el gran libro de los océanos.... "padre, (porque yo así le digo a mi padre...) ¿por qué tienes tantos libros sobre el mar? -¿Nunca has estado en una tormenta en el mar? -Nooooooo!- ¡Es fascinante la sensación de inmensidad...!-

Y junto con libros científicos, encontrarán, queridas hijas, una nueva sección de ejemplares de diversos temas que tienen fotos. ¡Le encanta la fotografía! Al menos lo verán 2 horas sentado, disfrutando cada foto... En esa sección hallarán libros sobre aves y sus esqueletos, sobre insectos y animales, plantas, etc., "padre, ¿por qué... -Siempre me ha fascinado cómo las plantas y los animales se adaptan a las condiciones más extraordinarias....". Y lo dirá con gran pasión.

Ya separé los libros con los que sus tíos y yo aprendimos matemáticas. Son pocos los libros odiados por todos los hermanos, ¡pero qué bien nos hicieron! Los de gramática griega, ortografía (hartos muchos), poesía, literatura.... ¡Puf! ¡No caben!

En fin. Escogí con él armar su biblioteca cristiana. Les explico el proyecto:

Si se sientan frente al librero, a la altura de sus ojos encontrará una Biblia ¡abierta y con filos dorados! Siii. Existen esos libros. Ese ejemplar apenas vio la luz, pues mi madre siempre lo quiso poner en un lugar especial pero... Sus hijos especiales le robamos siempre espacio con nuestras manías. Ahora, por fin, pueden admirar los finos grabados de ese texto sagrado.

Así que, con la Biblia al centro y como referencia de esta biblioteca, en la parte más lejana acomodé las biografías de santos. Le temblaba la voz cuando me hablada de personajes que en mi vida oí hablar. Asimismo, toooda una extensa colección de textos del Card. Luis María Martínez. Un obispo del siglo pasado muy pensante. No como los de ahora... Duele reconocerlo.

Encontrarán debajo una colección de textos, sobre el matrimonio. Allí se encuentra uno que seguro les divertirá: cómo sobrevivir casada con un católico. Seguramente explicará mucho... Al lado coloqué libros de teología de la mujer y otro conjunto sobre títulos acerca de la familia. Sorprende que, a su modo, el agüelo se acercó hacia los feminismos que hoy imperan por doquier. El, desde los años 70 lo hizo con enfoque teológico. Asimismo, hay al menos 16 libros sobre envejecer, ser feliz en la vejez, ser abuelo... reconozco que, a su modo, hoy vive con una paz muy peculiar y divertida. 

Debajo está prácticamente una enciclopedia sobre evangelización y catequesis, formación de adultos y sobre los sacramentos. 

Un anaquel al lado y se encontrarán con muchísimos textos sobre el Espíritu Santo. Si la palomita buena onda nos hecha una mano, pues podríamos hacer cosas geniales. Por eso, al lado hallarán libros sobre discenimiento, análisis de la realidad, textos marxistas sobre el cambio social y unas delicias para mí: es de cristianos tratar de entender el mundo, sería el mensaje de ese conjunto.

Con criterio, pues, podría entenderse una buena colección de textos sobre María, la virgen y mariología y, al lado, sobre el señor san José.

Un anaquel más abajo podrán ver textos que el agüelo catalogó como "formar al creyente". Nunca lo olviden hijas: la Iglesia no existe si los laicos no están formados. No lo digo yo, Es Vaticano II. En fin. Son bastantes libros. Saquen sus conclusiones.

Más abajo, más profundo, textos para leer, entender y estudiar la Biblia. ¡Son un diablal! Ahora entiendo por qué me criticaron tanto la tesis de teología moral con demasiados argumentos bíblicos. Libros geniales algunos.

Más abajo, más profundo: el "conjunto de Biblias", son diferentes traducciones y criterios, enfoques y hermenéutica de textos sagrados... Por eso, hasta arriba está el Espíritu Santo y la tarea de discernir. Yo pienso que ser cristiano es ser fiel a si mismo y, por tanto, tener criterio, convicción, confrontarlo todo, vivir con Erergeia...

Otro anaquel a la derecha y estamos justo sobre la Biblia de filos dorados. El tema Jesús hasta arriba. Yo lo puse junto a "los titanes de la teología" del siglo pasado: H. Küng, I. Congar (¡Javieeeeer, están los jalones para una teología del laicado!), Chenu, Rahner... Algunos estúpidamente ignorados o perseguidos por la propia Iglesia. Pero sin duda la teología actual ha mamado de estos geniales personajes, muchas veces víctimas no de la Iglesia, sino de la estupidez, citaba alguno de ellos.

Debajo de la sección de Jesús, están las pistas para "ser cristiano". Allí hay de todo, desde vivir el amor, fe y compromiso social, Cristianismo: compromiso social, dimensión social de la caridad, proponer la fe hoy, agonía del autoritarismo católico (ya desde los años 70), Dios necesita pecadores , "oye padre, ¿y por qué este libro es valioso? -Huy, pues como ahora todos son santos..." Me hace reír y pienso en la razón que tiene, en esta época donde con frecuencia no reconocemos las fallas que tenemos. Ante el mundo y los demás, no faltan los inmáculos, perfectos. Hombres y mujeres incapaces de reconocer que algo puede mejorar. No faltan algunos que creen que la Iglesia está bien y que no debe cambiar las cosas...

Hijas, en serio. Me he dado cuenta que soy casi racista con cierto tipo de ser pusilánime: si alguien les dice que cree en Dios y no hace nada para mejorar el mundo ni sus relaciones, ese no merece nada, según mi parecer. No es creyente. Más aún, todo él es falsedad. Aléjense de ese fulan@, pues no tardará en tratar de abusar de su persona. No hay cristiano sin acción social. Ezquizofrénicos si. Me parece que muchos. Estoy preparando una sección de religión y psicología...

Ser cristiano no tiene razón de ser sin oración. Esa sección está debajo, justo sobre la Biblia ¿ya les dije que después de casi 50 años, esa Biblia por fin tiene un lugar fuera de su caja dorada? Y debajo, textos del magisterio. Debajo, insisto, aunque les moleste a algunos. Por eso están allí. La fidelidad del creyente es a Dios, no a la Iglesia. Lo contrario es ideología e intolerancia. Esa sección aún no tiene lugar, por cierto...

Otro anaquel a la derecha (de veras son muchos, ¿erdá? y encontrarán textos de pastoral, de los Sinodos, de sexualidad y moral sexual y, debajo, otros héroes de mi padre:

Anthony de Mello es un Jesuita en la India. Tachado por la Iglesia, igual que Marciano Vidal. Jhon Powell, un jesuita psicoanalista, analiza, valga la redundancia, la experiencia de fé (tiene un título delicioso "¿por qué qué temo decirte quién soy yo?"), Anselm Grün, Ignacio Larrañaga... Más abajo, no podría faltar, lo que llamo la enciclopedia de renovación carismática. Los meros meros fundadores están allí, con sus cursos de evangelización y formación (no hay Iglesia si hay creyentes ignorantes, no lo olviden).

Debajo de la renovación carismática está la doctrina social. si, debajo. Aunque me dediqué casi 20 años a la onda esa, mi conclusión es que sólo es un discurso de posicionamiento en el mercado. Bastante mediocre y acomodada a una Iglesia, No a Jesús ni al Evangelio. Mi parecer que es que las religiones terminan haciendo que la carreta jale al burro. Sin embargo, diría el genio de Galileo (también está ese libro, en la sección biografías), allí verán textos como los derechos humanos en la historia de la salvación, pastoral de derechos humanos, política, la cultura... Termina este recorrido con textos que llamo cristiano y feliz. Son textos que hablan del vínculo de la fe con la alegría, felicidad, buen humor, placer, etc.

Hijas mías: creo que este primer paseo por la mente de su agüelo, que comienza a borrarse, dice algo muy poderoso para todos: ¡Conozcan todo lo que les interese! estudien, amen apasionadamente sus ideas, defiendan sus ideales, manden al carajo a quien las tache. Kiara, sigue con tus novelas que de pronto nos escandalizan y con tus expresiones artísticas, Andrea, se firme en tus convicciones y proyectos. La vida es corta, hijas mías. Vivan intensamente y entréguense con todo. Sólo así las manos se vuelven alas... 

No puedo menos que agradecer a la vida y a Dios este tiempo concedido, en que de pronto veo por qué mis hermanos y yo somos tan conflictivos y complicados. Estos días de dije a mi padre que poco más y nos enseña a madrear curas: críticos, nada dóciles, confrontando estructuras de poder en las parroquias, metimos un doctor a dar clases de sexualidad para los chavos del coro, nos la ingeniamos para meternos en reuniones de consejo y reclamar errores de organización, o de plano recuerdo a su tía, muy linda y amable diciéndole al famosísimo padre Jean P. que su pastoral destruía familias. Organizamos conciertos, obras de teatro escritas por nosotros, madrugamos muchas veces para hacer despensas, lo mismo que visitar niños huérfanos y visitar una casa con personas con discapacidad... 

Esta biblioteca me ha enseñado que un libro puede compararse a algún pasaje de nuestras vidas. Son  sólo una parte de un conjunto mucho más amplio, que forma un legado, que dejamos o recibimos en cada relación. Por lo pronto, este es parte del legado de mi padre, que apenas va tomando forma, paradójicamente justo cuando para él eso deja ya de tener consistencia.  

Finalmente, agradezco hoy a mis amigos y amigas su infinito amor y comprensión. Ahora me queda más que claro que les importa un pepino lo que piense o crea, siempre y cuando sea yo mismo y piense. Y que también sienta. Benditos sean con sus ideas y creencias, y también por su ateísmo, siempre edificante. ¡Abrazos, querid@s mí@s!